nunca he sufrido por ti,
nunca te amé,
nunca te extrañé,
nunca te recordé,
nunca te sentí.
Nunca fuiste importante para mí,
nunca me arrullaste con tu entrega,
ni con tus besos, ni sentimientos;
tu alegría, ¡me importó un pito!
Y tus lágrimas…
¡qué enjuaguen a otro perro!
Nunca, pero nunca te… he...
-¡hey, maldita sea detente!
A quién pretendes engañar,
reacciona maricón!
No salpiques más mierda,
¿acaso no te has dado cuenta
que este corazón de hombre
clama, llora por esa mujer?
Copyright © 2009 Derechos Reservados